Superar un parto traumático
A veces es necesario superar un parto traumático para la madre.
También lo podemos ver como un mal parto y es todo aquel que la madre recuerde como “malo”.
Esta definición no sería adecuada si tuviéramos en cuenta las distintas perspectivas (médica, psicológica, asistencial, …), pero sí si nos centramos en la perspectiva de la madre.
Tras recibir ayuda psicológica, una vez hemos superado el parto y tenemos a nuestra criatura a salvo en nuestras manos, poco a poco se va disipando el miedo.
Pero a veces se reactiva, o bien por un nuevo embarazo, o por circunstancias que hacen que no hayamos resuelto nuestros miedos.
Como consecuencia aparecen nuevos síntomas tales como inseguridad, culpa, inferioridad, miedo a lo desconocido, duelo no resulto, miedo a ser juzgada, dificultades en las relaciones sexuales por miedo a un nuevo embarazo, etc.